62. Calipso

Si hay dos héroes que han espoleado la imaginación de los oyentes y de los lectores han sido Aquiles y Ulises. Con ellos nació la literatura. El primero obtenía la gloria en el combate, murió joven. En el se inspiró Alejandro, que dormía con un ejemplar de la Ilíada bajo la almohada, hasta murió joven, y tras él los grandes conquistadores y hacedores de batallas. Ulises parece más bien un aventurero de gran ingenio. En el se han inspirado los emprendedores, es un héroe burgués. Virgilio, Marco Polo, Don Quijote o Joyce siguieron su estela. Ulises, después de que zozobrara y encallara su embarcación en una isla, gozó de la ninfa Calipso la de lindas trenzas durante siete años, disfrutando a su lado de la eterna juventud. Pero el tiempo pasa y Ulises se aburre de la inmortalidad. Irene Vallejo, en El infinito en un junco, nos recuerda como acaba este episodio de la vida de Ulises. Le dice Calipso:

«Ulises, ¿así que quieres marcharte a tu casa en tu tierra natal? Si supieras cuántas tristezas te deparará el destino, te quedarías aquí conmigo y serías inmortal. Yo me precio de no ser inferior a tu esposa ni en el porte ni en estatura, pues ninguna mujer puede rivalizar con el cuerpo y con el rostro de una diosa».
Es una oferta muy tentadora: vivir para siempre como amante de una voluptuosa ninfa, en la plenitud del cuerpo, sin vejez, sin enfermedades, sin malas rachas, sin problemas de próstata ni demencia senil. Ulises contesta: «Diosa, no te enfades conmigo. Sé muy bien que Penélope es inferior a ti, pero aun así deseo marcharme a mi casa y ver el día del regreso. Si alguno de los dioses me maltrata en el mar rojo como el vino, lo soportaré con ánimo paciente. He sufrido ya tanto entre las olas, en la guerra…».

Calipso es un episodio de la imaginación. La vida del hombre común es la que Ulises añora. Ulises valía como héroe hasta ayer, hoy el hombre de la celda no tiene héroes, todo lo más Messi o Ronaldo. No dispone de ninguna barca en la que zozobrar, ni ninguna ninfa de la que disfrutar. Su imaginación es tan plana como una pantalla bidimensional de 55 pulgadas.