Diario

  El sesgo de las ciencias sociales Extractos del artículo de Quillette ( Keith E. Stanovich) : "Seleccionar objetos de escala para avergonzar a nuestros enemigos parece ser una tendencia irresistible en psicología (sesgo ideológico). ¿Se ha convertido la psicología en la criada de los medios y opiniones partidistas? El circuito cerrado academia-medios liberales-partido demócrata". “Los demócratas se llaman a sí mismos el 'partido de la ciencia' y lo son cuando se trata de ciencia climática y creencia en la evolución. Pero cuando se trata de temas como la heredabilidad de la inteligencia y las diferencias sexuales, de repente se convierten en el 'partido de la negación científica' ” "Si bien la psicología ha estudiado fenómenos como el sesgo de mi lado que impulsa estas preocupantes tendencias epistémicas, cuando intenta abordar los problemas sociales en sí misma, la psicología está plagada de sesgos". "La literatura está ahora repleta de correl

 I Tus labios fruncidos como fruta madura La piel fresca los ojos lucientes y húmedos Envidio tu juventud la codicio Persigo en ti la frescura de ropa recién tendida Tú hablar reciente apenas formado Tú caminar ingrávido Imploro la limosna de una mirada (Este fue el primero) II Esa palabra nueva Que conocí en el viaje Dulce y severa Como ciruela madura Como latigazo Que me atrae y retrae Que temo y amo Olatz III Qué suspense, esperar que me escribas, que me contestes. Pienso, la habré herido, habré sobrepasado algún límite. Pienso en un jarrón valioso, de los que no se tocan o hay que hacerlo con mucho cuidado, como si este breve contacto que mantengo contigo pendiese de un hilo, que en cualquier momento se pudiese romper, y entonces yo perdiese algo irrecuperable, algo de valor imposible de calcular. Por eso estoy en vilo, a la espera. Por eso no me atrevo a escribirte. Eso ha hecho de ti una imagen etérea, en el viaje no te toqué ni una sola vez, aunque me moría de gan

  Si los nuevos reaccionarios lo entendieran. " Nuestra cultura no está obsesionada con el sexo, sino con las definiciones sexuales . ¿Por qué tenemos la necesidad de definir y categorizar el deseo humano? ¿Por qué esta compulsión de poner etiquetas precisas a la atracción, la lujuria y el placer?  ¿Qué se logra insistiendo en las etiquetas? ¿Qué conocimiento obtenemos? ¿Por qué nuestra sociedad, a diferencia de las civilizaciones del pasado, está tan obligada a categorizar todos los aspectos de la sexualidad? La naturaleza cambiante de los desfiles del Orgullo ofrece un claro ejemplo de este tipo de cambio del sexo al saneamiento. Hace unos años, los desfiles eran celebraciones de lujuria y deseo, llenos de felaciones, alimentadas por el éxtasis y la cocaína. Ahora son eventos familiares, llenos de padres suburbanos que toman fotos de sus hijos pegajosos confitados con algodón para las redes sociales, y están impulsados ​​por lattes de leche de almendras sin grasa y sin lácteos.

  Viaje de vuelta desde Valencia. Todo el viaje pensando obsesivamente en O. La semana pasada había conseguido dejar de pensar en ella, dar el caso por cerrado, pero cuando menos lo esperaba me llegó su mensaje. Me ha vuelto a encender. Lo peor de todo es que no sé cómo debo interpretarlo. “Qué bonito el poema... me trae recuerdos del viaje. Gracias por compartirlo conmigo”, me dice con una sonrisa. Tardó seis días en decir algo. ¿Cómo debo reaccionar? La he contestado que no quiero perder el contacto y que su nombre es muy bonito y único, lo cual es cierto. Y espero y espero a que me vuelva a decir algo.

"No hay negocio más lucrativo que luchar por derechos que ya se tienen, en nombre de opresiones que no existen, con el dinero de aquellos a los que se califica de opresores" Thomas Sowell

  En tuiter se dan la mano lo mejor y lo peor. Te pone al día en investigaciones de muchos campos. Te ofrece artículos a los que de otro modo no llegarías. Conoces gente con quien no tendrías oportunidad de ponerte en contacto de otro modo. La cara oscura es la de los fanáticos e imbéciles que se cruzan en el camino. Ejemplos. Este vídeo que habla de un pez del mar de Japón que hace cosas increíbles. O este artículo que explica el altísimo coste de cada mutación . La vida es un milagro, la vida no es un milagro en absoluto. Los creyentes apuestan por lo primero. Los científicos evolutivos por lo segundo.  Por el contrario, esta pancarta en el ayuntamiento de Valencia. Este genocida hizo este comentario  sobre violaciones a alemanas en 1945: “¿Djilas, un escritor [que denunció esto], no sabe lo que es el sufrimiento y el corazón humanos? ¿No comprende que un soldado que ha pasado por la sangre, el fuego y la muerte pase un buen rato con una mujer?"

  Distingamos al panfletario del periodista: el punto de vista que adopta ante cualquier noticia de la que da cuenta es señalar la posición que adopta el partido político con el que está enemistado por cuestiones profesionales. Le va el contrato en ello. Yo no sé tú, pero en cuanto veo las siglas de un partido en el titular de una noticia me voy a la página siguiente. Más que eso, veo el nombre del periodista que firma la noticia y aunque hable de vida en Marte huyo como alma que se lleva el diablo.

  Dijo Biden, y después dijo Borrell, dialoguemos, pues han ganado la guerra dialoguemos. En sus manos ocupadas los talibanes tenían cada uno un kalashnikov, con las manos sueltas cogieron a un cómico. Había cómicos en Afganistán antes de que llegaran los talibanes a Kabul. Como el Coran no permite la risa le cortaron la lengua. No se conformaron, le rajaron la garganta. Los talibanes escucharon a Biden, escucharon a Borrell. Sin lengua, con la garganta rajada, el cómico no servía para dialogar, así que con buen criterio lo mataron.

  Dos mensajes le envié a O. Al primero me respondió con amabilidad y agradecimiento, al segundo no respondió. No sé si has tenido la paciencia de mirarte los archivos de fotos. Hay dos en las que estás esplendorosa. Te las envío sin pérdida de calidad. Whatsapp y Google fotos las reducen, creo que estas te llegarán completas. El recorte de la segunda, que te aísla frente a Nina, lo hace la cámara automáticamente Bajo el hechizo de la primera foto escribí lo que sigue en el enlace . Cada día buscaba el momento y la inspiración para hacer un poema y lo subía al blog. Uno por cada día del viaje. Te vi en aquel banco de la plaza de Ston, tan bella, y se me ocurrió. Un momento fugaz. Una diosa en esa foto. Lo hice al llegar al hotel de Ragusa. Tú/Ragusa.

  Definición de pornopolítica: exhibición de bondad política sin otro interés que la intención de cobrar por el servicio prestado (al elector o usuario)

  Hago tantas rutas al cabo de año, con un grupo u otro, con estos amigos o con los otros, que cuando salgo, como hoy, no sé exactamente dónde voy. Me dice Ricardo vamos al Pico del Fraile. Pues vamos. Luego resulta que estuve no hace mucho con Tomy, Roberto y otros. El pico está cerca de Villasana de Mena y es un saliente curioso que se desgaja del resto del monte rocoso. Cada ruta es nueva, cada día te ofrece una ocasión para ver la naturaleza con ojos nuevos, para charlar con los amigos. Hoy con Ricardo y con Ana. La guinda un descubrimiento que nos ha regalado Ricardo. Una necrópolis con un posible doble asentamiento: uno celta y otro altomedieval: la necrópolis de Peña Horrero, de difícil acceso pero interesantísima por el paraje, por el acceso y por lo que se ve.

  ¿Tenemos una idea de lo que es la guerra? Y qué significa ganarla. ¿Está Occidente, hoy, listo para una guerra? Es evidente que no. En cualquier guerra que iniciemos seremos derrotados. El texto es del reportero J. L. Anderson, en EM, hoy

  Los prejuicios ideológicos van en contra de nuestros intereses. Un mínimo de frialdad analítica los pondría en cuestión: qué nos espera de un mundo en el que Estados Unidos ha sido sustituido como gran potencia por China. La China pragmática hace acuerdos con los talibanes mientras masacra y recluye en campos a los uigures musulmanes en Xinjiang y da señales de que se prepara para invadir Taiwán. A nivel local, lo mismo sucede con ERC (Najat Driouech) y Podemos (Nora Baños): estamos a favor de empoderar a las mujeres pero votamos alegremente a estos dos partidos que tienen en sus filas a mujeres islamistas con hiyab. No asumimos nuestras contradicciones porque simplemente la ideología nos ciega. Nuestros prejuicios no nos las dejan ver. La desgracia colectiva es que todos pensamos que los prejuicios ideológicos los tienen los otros. Simplemente, nos negamos a ver los nuestros. En consecuencia los líderes políticos, que previamente nos han corrompido con prejuicios, cuando to

  Tras el clamor contra la guerra, Occidente se prepara para derrotar al islamofascismo con manifiestos 1. El fracaso de Occidente se resume en una frase: 'No a la guerra'. 2. El lamento por la suerte de las mujeres y niñas afganas es pura frivolidad (no han movido ni un meñique por ellas) 3. Por favor, ponme un manifiesto, que lo voy a firmar. Ay, qué tranquila me quedaré. 4. Es el momento de leer 'Sumisión' para quienes no lo hayan leído (Aunque leerlo no garantiza entenderlo) 6. No se le puede pedir a Occidente que intervenga y que no intervenga al mismo tiempo. Ese tiempo ya ha pasado. Ahora nos toca apechugar con las consecuencias.

  Los jóvenes pospandémicos son un continente en fase de convertirse en isla.

  Lo decisivo no es comprender cómo la ideología determina el pensamiento de los demás sino cómo determina el mío

 Encuentros, despedidas. No estoy hecho para eso. Espero que sucedan cosas, pero no suceden. Inhábil para mostrar los sentimientos que me gustaría. Qué ofrece una vieja ciudad además de historia y monumentos viejos, vista una vez. Una ciudad como Dubrovnik solo sirve como decorado en una función sentimental. Un chico y una chica actuando en los roles del amor. U hombres maduros rememorando viejos tiempos. Qué pueden buscar los turistas en una ciudad así. Disimular su aburrimiento.

 Los jóvenes volverán a tener el poder tras un periodo en el que parece que habían desistido. Las islas croatas del Adriático están llenas de turistas jóvenes, aunque no puedo decir lo mismo de otras ciudades europeas. El turismo adulto está retenido, miedoso, acomplejado. Split desborda juventud. También Dubrovnik aunque algo menos. Conscientes de su belleza y salud los jóvenes reclamarán el poder. Y entonces exigirán establecerán una nueva redistribución de la riqueza. Tenía en mente una imagen equivocada de la ciudad. El calor no es sofocante, las calles no desbordan de humanidad. Aunque es una ciudad reconstruida sobre ruinas de las sucesivas guerras, no están de cartón piedra como recordaba. 

 Fuerte contraste entre los pequeños pueblos de las islas del sur de Dalmacia y las ciudades turísticas como Split. Split tiene la gran atracción del Palacio de Diocleciano pero el turismo llena todos los rincones. Imposible encontrar una mesa donde cenar.  Aunque los pequeños pueblos de las islas también están copados por turistas, jóvenes y gays en la mayor parte de los casos, el agobio no es tanto y además se puede salir hacia rutas por los montes cercanos, como esta mañana después de madrugar, en Bol en la isla de Brac, el Vidova Gora. La última ruta antes de volver a Split y mañana a Dubrovnik, dejando el barco en el que tan bien lo hemos pasado.

 El descubrimiento de la costa dálmata no tiene fin. Isla a Isla ciudad a ciudad, cada día descubro una nueva. Hvar, Brač hoy. Con múltiples influencias de todos los pueblos que pasaron por aquí, desde fenicios y griegos a romanos, venecianos austrohúngaros incluso Napoleón. La influencia más determinante en el urbanismo parece la veneciana sobre todo en la ciudad de Hvar, o en Bol, isla de Brač. Campaniles iglesias palacios blasones columnas el famoso león. Son rutas que necesariamente se han de hacer en barco que te vayan descubriendo lo que desconoces. Cada día es una sorpresa y el turismo todavía no es agobiante.

 No podemos vivir sin emociones. Las hay estrictamente personales provocadas por uno mismo. Y las que te provocan los humanos. No podemos vivir sin ellas aunque hacemos continuos intentos por sofocarlas.  Deseamos amar y que nos amen aún sabiendo qué sucede después de los días de vino y rosas. Hoy hemos visitado una famosa cueva azul en la que la luz penetra desde el mar iluminando el fondo de la cueva, en Biševo, una de las pequeñas islas del sur de Dalmacia. Hay una mujer que me gusta, sé que no debo perseguirla. Sin embargo todo el día he estado cerca de ella, aspirándola por así decir. Por la tarde visitando una llamada cueva de Tito, en Vis, sin el menor interés He hecho todo lo posible por no trabar conversación con ella, pero la cercanía ha sido inevitable.  

Saliendo bien temprano de la alargada península de Korčula, 47 km, para volver a ella, a Vela Luka exactamente, bajo una atmósfera tan densa que se puede cortar con un cuchillo de mantequilla, llegamos a Loviste, en la península de Pelješac, y subimos por el sendero pedregoso hacia el pico de Elías o Sveti Ilija. Subida sin apenas descanso y mucho sudor, no aconsejable con estos calores de agosto, para llegar por una larga bajada al pequeño pueblo de Kuciste.  Por la tarde cena con el capitán del barco. Y más tarde paseo por Vela Luka donde hemos escuchado a un maravilloso grupo de músico popular croata.

 De Omis al Parque Nacional de Mljet. Una larga ruta por los lagos, malo jezero y veliko jezero, al monasterio benedictino del siglo XIII y subida al pico más alto, 350 m, de la que quizá sea la isla más bonita del Adriático.  Cómo volvíamos tarde para llegar al barco que nos esperaba he tenido que correr y dar el aviso de que algunas volverían un poco más tarde. Como consecuencia estoy escocido. Para dormir el barco nos ha dejado en la ciudad de Korčula, una ciudad bonita de estilo veneciano, pequeña situada en la antigua Ruta de la Seda y que parece una ciudad de juguete. Llena a rebosar.

  Ahora un hombre hace sonar la guitarra en un bar frente al mar. Canciones populares de Croacia que todo el mundo conoce. La gente se agrupa alrededor y canta con más o menos armonía. Bullen las calles, llenos los restaurantes en el largo paseo marítimo. Todo sucede como si no hubiese pandemia o como si a nadie le importase o como si se hubiesen olvidado de ella. Llegamos a Makarska con nuestro pequeño crucero, tras haber subido al castillo de Omis. Hemos parado para bañarnos en el mar y para visitar la ciudad de Makarska. La brisa vate ligeramente la terraza el barco. 

 En el nacimiento del río Buna el monasterio Sufí de Baglaj. Vuelta a pasar la frontera entre Bosnia y Croacia. En Split el Palacio de Diocleciano, casi sin tiempo para verlo. En Omis ancla el barco, cenamos y damos un paseo por este pequeño pueblo de aires venecianos

Nadie diría que aquí hubo guerra. Por cientos murieron más de cien mil. Quedan las trazas del Imperio otomano: los hermosos puentes las mezquitas las mesas y los taburetes bajos en los restaurantes; queda lo que el Imperio Austrohúngaro dejó antes de hundirse: las calles y avenidas anchas los edificios barrocos las casas modernistas de su última etapa. Lo que se destruyó en la última guerra no ha sido reconstruido del todo, aquí y allá quedan edificios maltrechos, casas abandonadas, agujeros; otros como el puente de Mostar han sido bellamente reconstruidos. Los viejos no quieren hablar de tanto como sufrieron y los jóvenes no quieren saber. Muchos países se han convertido en donantes. Hay una plaza de España de Mostar y en esa plaza un hermoso edificio anaranjado con trazas de la Alhambra que es una escuela, una contribución de España.

 Nadja explica con pasión una historia de supervivencia. Es una profesora de primaria que también se dedica a explicar la historia reciente de su ciudad. Tiene gafas pelo corto y mueve agitadamente los brazos para enfatizar el relato. Nos explica cómo funcionaba el túnel que bajo la pista del aeropuerto conectaba a la ciudad con la zona exterior donde estaban sus compatriotas bosnios para protegerse de los continuos disparos que desde lo alto de las montañas lanzaban los serbios. Prefiere hablar de católicos ortodoxos y musulmanes en lugar de serbios croatas y bosniacos. De ese modo quiere reducir la carga étnica: por un lado el pueblo con sus diferencias que no tiene problemas de convivencia y por otro lado los líderes de cada comunidad con sus intereses particulares de poder y dinero. Nadja, superviviente ella misma -su padre murió en la guerra y su madre formaba parte del ejército- necesita ordenar la historia con un sentido finalista: el nombre oficial del túnel, al menos ahora, es

 En Kravice, Bosnia, en un parque nacional imposible, atestado de  variopintas gentes del lugar y  turistas, atravesado por un viaducto alto y largo, se prohíben las manifestaciones religiosas, supongo que para que no haya conflictos interétnicos, en el gran charco que forman las bonitas cascadas que todo el mundo ha ido a ver aunque en realidad lo que se hace es sumergirse en la charca, hay mujeres ataviadas de la coronilla a los pies que se dan un baño vestidas con sus túnicas de color crema o grises, ya sean musulmanas o católicas.  Konjic es un pueblo pequeño de la Bosnia central pero el río Neretva y el puente, con una cierta semejanza al famoso puente sobre el Drina, en Visegrad, lo hacen hermoso. Uno puede pasar horas contemplando desde el alto mirador o desde las márgenes mirando la cambiante luz al paso de las nubes, los reflejos en el agua, la humanidad local que se pasea con sus formas tan diversas de vestir. En una cafetería el camarero que nos atiende al pasarnos la cuenta

 Salimos en ferry del muy turístico parque nacional de Krka en Sibenik. Inadvertidamente me siento junto a una familia con cuatro hijos. Es el hombre el que comienza la conversación, me pregunta de dónde soy, de qué ciudad. Yo le adivino argentino por el acento pero me lo desmiente con una cierta consternación por considerarle tal. No sabe decir con certeza a qué etnia pertenece. Vive y trabajan en Colonia. Salió de Polonia cuando el comunismo agonizaba: Cayó, me dice, como se desploma un espantajo al que mundo ha comenzado a faltarle al respeto. No sucedía, se lamenta, como sucede en Venezuela, el país de su mujer, donde tantos defienden a un régimen que no les da de comer, en el que tantos han de abandonarlo para sobrevivir. Y con tan mala fortuna de ir a países como Colombia o Chile que no les quieren o a donde, en Perú, parece se van a encontrar con algo parecido a Venezuela. El hombre -he sido tan torpe como para no preguntarle a él y a su mujer cómo se llamaban- pasó por varios p

 Me gustaría hablar con croatas con eslovenos con bosnios con serbios con albaneses kosovares, con unos cuantos de cada etnia, ver si la herida ha sido restañada o permanece, si la riqueza o el bienestar que ha supuesto su unión con Europa es suficiente. Pero mi contacto con la población es mínimo, insuficiente. ¿Quién puede penetrar en su cerebro y analizar las emociones? ¿Qué queda de las experiencias de la guerra? ¿Cuántos tienen conciencia de supervivientes? ¿Aún ven a sus vecinos como cosas, como animales salvajes, como extraños incivilizados?

 Cuándo se jodió es fácil establecerlo. Estos países balcánicos que ahora recorro tuvieron dos malos momentos. El primero es la desintegración del Imperio austrohúngaro: se perdieron las infraestructuras técnicas de la inteligencia. Pensemos en un Tesla, por cuyo pueblo de nacimiento estoy ahora pasando. En los países arruinados se muestra el orgullo de los oficios artesanos, ahora santificados por la UNESCO. Surgieron entonces las elites nacionalistas que hicieron creer a la población que siendo pobres vivirían mejor. El segundo episodio que a la pobreza añadió la miseria moral sucedió tras la segunda Guerra mundial: las élites devenidas comunistas ni siquiera se esforzaron por convencer a la gente, dieron por hecho que todos juntos fueran pobres y obedientes por una buena causa, sin posibilidad de rebelión. Saber el porqué de estos hechos es más difícil de establecer. Sucedió. Sin embargo ha habido un hecho luminoso que ha rescatado a estos países de la pobreza y la miseria, su libre