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Mostrando entradas de mayo, 2020

151. Sociedad civil

" El mensaje es que hay unas normas para ellos y otras para el resto ", dice Starmer, el líder laborista. El caso particular de Cummings , asesor principal del Premier británico , saltándose las normas de la cuarentena, se produjo antes aquí con exacta similitud. En GB se ha convertido en un escándalo. Aquí se comentó y se olvidó sin consecuencias. El periódico que da tanta relevancia al caso inglés, EP, casi ni mencionó el español. Sucede lo mismo si comparamos la cobertura que da al asunto de Minneápolis y el que dio al de Alsasua hace unos meses. Eso por no hablar de las barbaridades que el vicepresidente segundo profirió la semana pasada en el Congreso, a las que EP no confiere gravedad o lo hace con un a desproporción desolador a . Lo mismo sucede en ver en Trump lo que no ve aquí ¿Por qué tal diferencia? 1. No hay sociedad civil en España por lo que la democracia aquí tiene poca sustancia. Hay partidarios pero no masa crítica intelectual, solo voces aisla

150. Pozo Negro

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P rimer día de montaña después o dentro todavía del confinamiento. Desde Fresneda de la Sierra al Pozo negro y luego al pico Otero. Se sigue el rio Tirón arriba, vadeándolo en ocasiones, sendereando por las riberas, con varias cascadas vivas por el agua acumulada en el reciente abril lluvioso y con ascensión pronunciada en la parte final. El Pozo Negro es una pequeña laguna de origen glaciar al pie del Pico Otero, en la Sierra de la Demanda. La mañana soleada y calurosa con el canto de la corriente casi siempre al lado, entre robles y hayas con las hojas frescas, brezos y retamas en su esplendor . Al llegar a la laguna mientras mis pocos acompañantes se quedaban para probar el agua fría yo con ganas de caminar he subido al pico (2051 m), en el límite con La Rioja, para contemplar el paisaje casi solitario, el San Millán, el Trigaza, y el San Lorenzo. Se ha hecho durillo por falta de entrenamiento pero feliz por volver a la montaña.

149. EL filo de Wenlock (Cara B)

“ El vendaval doblega los arbolillos. Sopla muy fuerte, y pronto pasará. Hoy el romano y sus cuitas son cenizas bajo Uricon” . (Alfred Edward Housman) Habíamos quedado con Pilar. Mientras llegaba la hora Enrique y yo paseábamos. Era otoño, las hojas alfombraban el paseo. La tarde tranquila y fresca sacaba a la gente a pasear. Se acababan de encender las luces cuando vimos que llegaba dejando atrás la estación de tren. En la chaqueta y falda corta plateadas rebotaba la luz, El pelo cardado le hacía parecer una cantante americana de jazz. Tuve que inclinar la cabeza para no aplastarle el pelo. De su cuello me llegó una vaharada de un perfume indefinible que me llenó. Toda aquella tarde me quedó prendido en las narinas, como si hubiese sido atrapado en una red invisible. En el Poncebos nos esperaba Étienne . Hacía tiempo que no nos veíamos. Hablamos y hablamos. No recuerdo de qué. De montaña, quizá, porque era la afición común, quizá Etiènne nos hablase de sus trabaj

148. Un abismo les separa

U n abismo les separa. No es que sean mucho los lectores, pero trazan un mapa de los hechos, los ordenan bajo criterios de importancia y valor. Interpretan. Para uno que solo leyera un periódico, la interpretación continuada en una dirección, el martilleo, iría conformando su forma de ver las cosas. El periódico A , que no dio gran importancia al pacto del gobierno con Bildu, el asunto de los relevos en la cúpula de la G uardia C ivil lo trata de esta manera. 1. El informe que a petición de la jueza hizo la guardia civil está mal redactado y lo que traza es una sucesión de medias verdades de lo que no se puede deducir que las manifestaciones del 8M tuviesen algo que ver con la expansión del virus. 2. Los expertos consultados lo corroboran. 3. Los relevos en la cúpula de la guardia civil se deben a un pulso de los altos mandos contra Interior. El periódico B , que sigue recalcando la irresponsabilidad del PSOE al pactar con Bildu, el asunto lo trata de esta maner

147. Amigos

El mayor problema que tenemos para desanclar, más que nuestro pensamiento, la expresión de lo que pensamos es que la mayor parte de nuestros amigos y conocidos son de izquierdas y tienen una inexplicable propensión a darse por ofendidos. Así que las ideas no fluyen. Solo se manejan ideas de trincheras. Cuando hay ideas disruptivas que vienen del otro lado no sé aceptan por venir de dónde vienen. Así nos empobrecemos cada vez más y la zanja cada vez es más profunda.

146. Vida digital

C ara (Face) Escribes algo en la barra de direcciones o hablas con alguien y poco después ya tienes un anuncio que brota en la pantalla de tu móvil sugerido por lo que has escrito o hablado. ¿Sucede lo mismo en la vida real, si es que hay un vida distinta de la digital? Esta mañana hablaba por el móvil con Blanca de cómo Lucía se pegaba en el brazo para atrae r la atención de su madre, y poco después leía Cara (Face) de Alice Munro, donde una chica se corta en la cara rememorando o castigándose por haber sido la causante de un alboroto que terminó con la amistad con su pequeño amigo y con la salida de la casa, vecina a la suya, y de su vida, definitivamente, para vivir en otro sitio.        No hay pesar que el tiempo no cure, pérdida ni traición  irremediable. Bálsamo para el alma, aun si la tumba  cercena  al amante del amado y cuanto comparten. Mira, brilla el sol, pasado el aguacero; las flores lucen su belleza, ¡qué

145. Educación

No sé si es solo por interés, mantener una educación tan pobre, tan escandalosamente mala, tan miserablemente inepta, por interés político para que la gente no participe en política, política al modo de Hannah Arendt, y dejar que las infectas élites se ocupen del poder, esas élites que no han creado ni un No bel, ningún laboratorio o centro de investigación de referencia mundial , o es por desidia e incompetencia, a pesar de que sus hijos se hayan educado como corresponde en centros privados aquí y en buenos centros en el exterior. Tiendo a pensar que por pura desidia, porque enfangados como están en el juego políticos de una parte de la familia en la izquierda y otra parte de la familia en la derecha (no es especulación, no hay más que mirar a los Bustelo a los Cambó y a tantos otros ), con unos miles de militantes en un lado y otros miles en el otro de currantes cuelga carteles y suelta odios en las alcantarillas de la red en busca de las migajas, haciendo ver que se odian y

144. Libertad o vida

Grita el filósofo, “ Si tengo que elegir entre la libertad y la vida elijo la libertad ”. L a libertad siempre, siempre la libertad. No puede haber dilema más estúpido, como si pudiese haber libertad sin vida. Cuando se han gritado esas proclamas, ha habido esas dos cosas: libertad y muerte. Tras la revolución unos pocos consiguieron la libertad, y sus bienes, y muchos, los pobres, junto a los hombres viejos, la muerte. Por miles. Pasado el tiempo, la libertad queda a manos de uno solo, a todos los demás les corresponde la pobreza, la esclavitud y la muerte. Por millones. Pero, qué curioso, a ese hombre libre no se le llama tirano porque ‘tirano’ se reserva para quien fue derrocado. Fijémonos en el caso de la revolución comunista rusa que recoge este tremendo artículo de John Gray : “ En las olas de terror que comenzaron en agosto de 1918, después de que Lenin resultara herido en un atentado, el nuevo régimen soviético mató a sus propios ciudadanos en una carnicería de una

143

H ablo con la voz cantarina de Sara de tus uñas largas. El podólogo no tiene permiso todavía para entrar, hay que esperar y mientas tanto ese juanete que te martiriza sigue haciendo su trabajo. Y a mi me toca esperar hasta que se consolide la fase dos y entonces pueda ir a visitarte durante unos minutos. Un mes sin verte, y antes te veía cada día.

142. Intensidad

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Qué es la vida sin intensidad y sin entusiasmo. Ahora vivimos una vida amordazada o congelada, lo contrario de lo que toca. La floración de ahí afuera, los romeros y tomillos en flor, los álamos brotando, los insectos empezando a zumbar, los pajarillos que creíamos extintos o en vías volviendo donde parecía que habían desaparecido.  Id por las veredas de los ríos, por los caminos, por los senderos, abriéndoos paso entre las hierbas crecidas, empapadas a primera hora, secas poco después, jilgueros, alondras, abubillas, aviones, mirlos, lavanderas, chochines, herrerillos, gorriones, que creías que decrecían y ahora no levantan el vuelo hasta que casi los pisas. Quizá la contaminación, quizá el ruido de máquinas, tractores, camiones que ha descendido.  No puede más que provocar entusiasmo esta vuelta a la naturaleza. Pero no basta, hay que quitarse las capas de hielo acumuladas, aho r a y desde mucho tiempo atrás para salir en busca de la experiencia, de experiencias antag

141. Ceguera

Lo sorprendente no es que lo votasen, sabiendo quién era, con quién se aliaba, cuánto duraban sus principios, sus promesas, sus declaraciones de fidelidad o de rechazo, lo sorprendente es que lo sigan apoyando después de todo, que hagan de su ceguera una profesión de fe. Es desesperante su inflexibilidad. Lo apoyan sin hacer recuento de la ruina, sin ponerla delante de sus ojos para preguntarse qué hacemos ahora, cómo salimos de esta, qué plan trazamos, dónde ponemos el acento, a quién ayudar y bajo qué condiciones, cómo reconstruir la producción y mejorar la productividad, qué ramas apoyamos para generar empleo, qué opciones de futuro ofrecemos a quienes han perdido el trabajo o aún no lo han encontrado, qué cosas tenemos que tocar de la estructura del país que no ha funcionado o no lo ha hecho bien, en la educación, en la sanidad, en el poder territorial, más allá de la ayuda económica que ahora les ofrezcamos para salir del paso, y con quién contamos, qué coalición formamos para

140. Un hombre es Estado

Solo he visto el final de la intervención parlamentaria: 'Esperanza e ilusión', es el mensaje que repite. Esperanza en qué. Ilusión con respecto a qué. ¿Puede haber mensajes más vagos? En su gestualidad, en la expresión de su ánimo no ha entrado la idea de ruina (como en las semanas pasadas no había entrado la idea de muerte). No ha escuchado lo que el gobernador del Banco de España fue a decirles al Parlamento . No le han escuchado. Más tarde habla de la 'emoción' de la ciudadanía. Qué querrá decir, de qué puede emocionarse la ciudadanía. Lo dice contento, feliz, con un punto de exaltación, es decir, en ausencia total del principio de realidad, enterrado por el principio de placer que le embarga: ostentar el poder quince días más. En su mente sólo están los próximos 15 días. Un hombre es Estado.

139. Dimensiones (Demasiada felicidad, Alice Munro)

En Dimensiones Doree espera el bus urbano que le lleve a las instalaciones donde está encerrado Lloyd. Mientras espera recuerda todo lo que ha pasado. La señora Sands la escucha de vez en cuando, cuando le pide cita. Pero Doree no habla mucho, no sabe, le cuesta. Le cuesta porque ella misma no es capaz de verse. Sasha, Barbara Ann y Dimitri eran sus hijos. Lloyd era un celador en el hospital donde estaba su madre. Podía habérselo contado a su vecina, Maggie, optometrista. Era atenta, dispuesta, pero Doree era fiel a Lloyd, no quería traicionarle. Tras la muerte de su madre, se casaron y se fueron a vivir a otra ciudad, a una casa distante del centro. Tuvieron tres hijos. No los llevaban a la escuela. Según Lloy d eran hijos suyos no del Departamento de Educación. Lloyd no gritaba, ni utilizaba la violencia física, pero se imponía, la dominaba utilizando el lenguaje como una cuerda con la que le ataba las manos a la espalda y le pegaba la lengua a la bóveda del paladar. Un día

138. Cara B - Pozos profundos

He puesto la bici en automático y he dejado que me llevase. Me ha llevado por los márgenes del río hasta el fin, hasta donde ya no podía ir más allá. Mi cabeza daba vueltas a Pozos profundos , no había espacio para nada más. Más de una vez hemos dicho que ya no había novela, que este género se había acabado. Qué tontería. No hay espacio para las malas novelas (salvo en los aparadores de las grandes superficies), las malas novelas nunca se han tenido en cuenta. Hay novelas y relatos insustituibles, ninguna otra cosa puede explicar lo que ellos explican. Así Pozos profundos . Cómo explicar esa experiencia, la madre que ve cómo su hijo se pierde, el hijo probablemente no dueño de su voluntad, sujeto a algún tipo de determinación. Hay cosas que se pueden explicar en la familia, cosas que se le pueden decir al psicólogo, cosas en las que te puede ayudar el psiquiatra. Pero hay otras que no, que se quedan atrapadas en las sinapsis neuronales, porque no se comprenden o porque son dolorosa

137. Cosas que estamos aprendiendo

1. La ciencia no existe, solo los procesos o procedimientos científicos. 2. Qu é ridículo suena que alguien se llame a sí mismo científico o filósofo o artista 3. L os políticos, al menos los políticos actuales, no miran por el bien común sino por su propio beneficio, por si no lo sabíamos 4. La gente está vendida porque carece de conocimiento y pone la fe allí donde no debe 5. El mundo está sustentado en la credibilidad 6. Estamos a merced de una falsa seguridad 7. Nuestro país, con qué escas o s mimbres se mantiene como comunidad 8. Qué dañinas son las figuras televisivas, los llamados famosos, p or transmitir falsedades que enfrentar a la población, unos contra otros 9. Qué pocos profesionales de la información veraz y objetiva, la mayoría al servicio de un partido o de una causa o de su propio interés 10. En situaciones críticas hay un líder que marca una dirección, que cierra las heridas, que galvaniza a la población. No hay tal líder

136. Latencia

Hace frío. Estamos justo a mitad del mes de mayo. Recorro la ciudad hacia el sur por la orilla del río, por senderos angostos con la hierba crecida, hasta donde ya no es posible proseguir. Vuelvo por la otra orilla. Me cruzo con parejas y hombre o mujeres solitarios y muchas bicis. Nunca he visto tantas bicis. Una necesidad nueva, promovida. Cuánto durará. Atravieso el centro de la ciudad por primera vez desde que se decretó el confinamiento. Hay gente en tiendas, gente paseando, gente haciendo deporte. Quién diría que nada ha cambiado. Es sábado, pero todo ha cambiado. Latencia. A la espera del estrago, de su manifestación.

135. La amenaza existencial

Toby Ord, filósofo en The precipice calcula cómo podría extinguirse la humanidad: 1/1000.000.000 por explosión estelar 1/1.000.000 por impacto asteroide o cometa 1/10.000 por superexplosión volcanica 1/10.000 por pandemia 1/1000 por cambio climático (+10º) 1/1000 por guerra nuclear 1/30 por pandemia de laboratorio (manipulación) 1/10 porque la IA se descontrole 1/6 por el riesgo humano acumulado Carl Sagan: "muchos de los peligros a los que nos enfrentamos surgen de la tecnología y la ciencia: los humanos nos hemos vuelto extremadamente poderosos sin volvernos igualmente sabios". "La humanidad gasta más dinero cada año en helados que en desarrollar las tecnologías necesarias para evitar nuestra extinción".

134. Pandemia

La pandemia va a durar seis años , va repitiendo un hombre con la risa sardónica que se gastan por aquí, mientras recorre la fila que se alarga más allá de la puerta del Mercadona. La pandemia va a durar seis años, lo ha dicho… , repite como una cantinela, con la voz que se le apaga bajo el embozo. Los enfilados cruzamos una sonrisa cómplice por encima de la mascarilla sin reparar en el significado de la frase. Guardamos la distancia, nos damos la espalda, quedamos en silencio.

133.

Sara sonríe al otro lado del teléfono. Su voz baila en las ondas que llegan a mi oído. Llamo para ver cómo estás. Me dice siempre que bien, que estás bien, aunque después de ese optimismo que quiere transmitir, me dice que hoy te han puesto dos enemas, uno por la noche y otro por la mañana , y entonces sí has soltado todo lo que llevaba tiempo acumulado. Es el problema que arrastras en los últimos meses, que te ha llevado al hospital varias veces. La sonrisa de Sara, su optimismo es una forma de tranquilizar. Un don que no todo el mundo tiene.

132. Alice Munro

Inicio un nuevo libro de Alice Munro, una escritora superlativa. No es que escriba bien, eso no es lo importante o lo hace tan bien que no se ve la labor, el artificio. Teje las historias como nadie más sabe hacerlo. La he leído mucho. Mucho quiere decir que hay mucha vida dentro de sus libros, no hay una sola, como en una buena novela. C omo lo que cuenta son relatos, en cada uno de sus libros hay unas cuantas vidas. Porque no parece que sean historias inventadas sino que la vida misma es la que fluye, tal es su comprensión del alma humana . Y como es la vida misma enseguida flotan en mi mente historias parecidas a las que ella cuenta. Pienso en los libros de Alice Munro y se me aparece la habitación de Valladolid donde la leía. La ventana donde a cucharadas caía el sol de la tarde y así se lo hacía saber a Sara. Leía una historia y a continuación la transcribía para enviársela a Olga. Sara me decía que le gustaba la imagen, Olga que le gustaban las historias y que se compraría

131. Vecinos

Me preguntan los vecinos por ti, las pocas veces que les veo. Cuando les digo que has estado en el hospital durante un mes, se apartan, sin repreguntar, sin darme tiempo a decirles que no tiene que ver tu hospitalización con lo que ahora le sucede al mundo. Se van, con la boca bien tapada, casi sin decir adiós. Hablo con Sara que siempre me dice lo mismo. No has cambiado mucho desde la última vez que te vi. Quizá tu cuerpo algo más vivo, pero solo cuerpo, como si el alma te sobrevolase, despegada, volandera . Te veo en fotos y videos. No puedo saber qué te falta, lo que yo podría añadir, pero sí sé lo que a mí me falta, lo que me empobrece.

130. La actitud sucia

Me cabrea, me desanima, me deprime cómo tanta gente, sobre todo aquellos que muestran alguna virtud pública, se mantiene en creencias fijas sin darle oportunidad a la flexible razón. Hoy mismo, una profesora y traductora del griego, premio Loewe de poesía, dice esto: “ - ¿Qué le parece lo mejor y lo peor del confinamiento? - Lo peor, la muerte de tantos: la imagen de los furgones sacando cadáveres de Bérgamo me hizo gritar. Y la actitud sucia de la derecha española, infectada por un fanatismo antipolítico más peligroso que el Covid-19. Lo mejor, el ser testigo de un giro de la historia y de la Fortuna-velut-luna que obliga a repensarlo todo”.   Habrá que repetirlo: “La actitud sucia de la derecha española, infectada por un fanatismo antipolítico más peligroso que el Covid-19”. Cuánta irracionalidad fanática en una sola frase. Aparte del fanatismo que destila y su cerrazón a la inteligencia crítica, en su cabeza ¿ no cabrá por ejemplo la comparación? C risis del

129. RBU

Cómo dice Claudio Magris hoy, en un artículo en EM, "no podemos pretender ignorar que lo peor y lo trágico puede que no esté por detrás de nosotros, sino por delante". Y es la miseria de muchos y la tentación del autoritarismo. Ambas cosas se conjuran con la RBU. La condición, claro está, es que nos dispongamos a repartir. Unos tendremos que ganar menos para que otros puedan sobrevivir sin tener que agradecer. Que nadie perciba que es objeto de caridad y que alguien se la está ofreciendo. Como todas las ideas revolucionarias pocos ven su importancia y lo que significa la RBU . Adelanto que los partidos no lo querrán, ¿cómo tendrían control sobre hombres libres? Tampoco la gente, porque aún no ve lo que se avecina y piensa que, en todo caso, a él no le afectará. ¿Quién conoce la historia, incluso la de ayer? Si preguntásemos a la población si habría que evitar el dolor de los que lo van a pasar mal, el porcentaje a favor sería abrumador (aunque siempre habrá quien se

128. Disimular la muerte

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Desde que cobré conciencia, supe que este país no era el mío. El DNI te lo da la naturaleza ciega, el hombre libre elige sus afinidades. Así que no voy a olvidar fácilmente esta clasificación. No puedo sentirme compatriota de quien no sólo escoge a un gobierno de incompetentes y sectarios una y otra vez, sino que acto seguido acepta mansamente los collares que le impone. 1. La mortalidad per cápita más alta 2. El confinamiento más estricto 3. La ruina más honda 4. La mayor tasa de contagio de los trabajadores sanitarios Y entre los peores males, avergonzarse de los muertos.

127. Paul Celan

Nos sobrevuelan tantos textos, tantas imágenes, tantas palabras que tenemos dificultades para sujetarlas y ponerlas en tierra. Aquello de los nazis, tan lejano, tan cinematográfico, tan novelesco, con aquellos caracteres tan bizarros aparecen en nuestra imaginación despegados, volanderos. Incluso si dijéramos, la sho á existió, a millones les mataron, qué significa. No forma parte de nuestra experiencia, a nuestra madre no le dispararon en la nuca en un campo de exterminio ( Paul Celan , Todesfuge ). No nos han perseguido y encarcelado y torturado. No va con nosotros. Nos resulta imposible comprenderlo, empatizar con quien no hemos conocido. Y si accedemos a ello a través de la industria del entretenimiento lo sacamos de la vida real y del tiempo para situarlo en un espacio mítico. Eso por no hablar de quienes son antisemitas sin saberlo. Encadenados a un orden mental tiene n irreflexivas justificaciones para serlo y no saben o no quieren romperlas. Un estudio del CMJ concl

126. Hombre nuevo

De vez en cuando, estos días, un soñador vuelve otra vez al hombre nuevo. M ejor dejarlo como está. El hombre común no va más allá de sus minucias, los fetiches con los que juega cada día (la mayor parte imágenes que le ofrecen, que muy raramente crea, los adornos de la casa, las prendas que guarda y clasifica para diferentes actividades, los accesorios de la cocina, los alimentos, las aficiones), algunos leen y ven películas de puro entretenimiento. N o se interroga sobre lo real y lo que subyace, sobre lo que podría ser, sobre una vida diferente, son unos pocos los que lo hacen. S ería espantoso dejar en manos de esta gente, los utopistas, fabricar un hombre nuevo que sacase al común de sus inocentes entretenimientos. Voltearía su mundo haciéndoles infelices. El hombre nuevo solo puede ser singular. Nadie puede ordenar a otro cómo debe organizarse y vivir, porque toda experiencia es única y yo no puedo vivir por ti.

125. Berio

No creo que la reproducción técnica del arte, al quitar el aura a la obra de arte, antaño única, reservada a los pudientes, si he entendido bien a Benjamin, estimule la conciencia revolucionaria del oyente o del espectador. Sino que es la conservación del aura de la obra, por otros medios, lo que al ensancha r la conciencia y ampliar la percepción lo libera y ayuda a cobrar autonomía. (Al contrario, me parece que el gran desarrollo de los medios técnicos, en general, es lo que domestica al hombre). Lo pienso mientras camino por los senderos que solía este invierno oyendo a Beethoven, ahora atestados de gente y llenos de luz. Esta vez escucho el Concierto para 8 voces y orquesta de Berio por vez primera. Y es precisamente su aura, el saber que voy a escuchar algo por vez primera, y que soy un oyente único, pues lo escucho sólo, con los cascos puestos, y sabiendo que en la sala de Berlín suena la orquesta con Simon Rattle sin público, lo que me predispone y me alerta a oír

124. Campanillas

Cada día a las ocho salen al balcón y aporrean. Unos las manos que resuenan indoloras, otro una campanilla festiva, otro un tamborcillo rumboso. En ocasiones desde un balcón con terraza, se suma un hombre con música y altavoz (Manolo Escobar, el Himno a Burgos). Hablan entre ellos alegres, dicharacheros, otros en silencio sonriente, todos celebrando . Cuando me he asomado a mi ventana, miradas me invitaban a abrir la ventana y sumarme, pero en cada ocasión he declinado. En este barrio pequeño donde escribo no hay disidentes de cacerolas. Sólo ayer, salí de casa a esa hora y remontando la ladera del pinar pude ver que son más de los que parecían, el barrio entero un clamor.

123. La erótica de la conversación

A veces piensas que el interlocutor es inteligente y sensible, pero quizá solo sea sensible o ningun a de l a s dos cosas . Y cuando lo descubres, te preguntas, qué hago yo aquí, por qué estoy hablando con él, por qué pierdo el tiempo. Claro que, entonces, para que guardarte las cosas que vas pensando , de qué vale saber, descubrir algo si no lo puedes compartir. Es difícil tener un amigo a quien poder escuchar sin sentir vergüenza o aburrimiento. Sobre todo si el amigo está embebido en una narración tan bien cosida y abotonada que nada queda al albur de la realidad, incapaz de salir de ella, é l mismo sastre y probador . Como tantos, atrapado en el continuum de la historia que es narración hilada y por tanto negándose la posibilidad de liberarse, de ser único y distinto. Si está situación se prolongase nos destruiría. El distanciamiento físico exacerba las diferencias, convierte la política en el centro de la conversación: una idea de la política como manejo de idea

122. Pan

Entrando a la panadería un hombre joven, en la treintena, bien vestido y tapado, me ha abordando pidiéndome para una barra de pan. Le he dicho que no. No me gusta la caridad, la doble humillación, la afrenta de quien recibe, la culpa de quien da. Son las instituciones las que preservan la dignidad, las públicas y las privadas. A la salida, como seguía allí, le he preguntado si realmente quería la barra de pan. Se la he dado. Cuando me iba, volviendo atrás la cabeza, el hombre seguía allí, abordando a una pareja. Hace unos días, otro hombre, más viejo, peor vestido, a 50 metros: Dónde está Caritas, dónde está, me gritaba con urgencia y exaltación, más tomado por algún desequilibrio mental que por la necesidad. A ver cómo el país asume sin un plan ambos desequilibrios.