329. Prejuicios

 

Los prejuicios ideológicos van en contra de nuestros intereses. Un mínimo de frialdad analítica los pondría en cuestión: qué nos espera de un mundo en el que Estados Unidos ha sido sustituido como gran potencia por China. La China pragmática hace acuerdos con los talibanes mientras masacra y recluye en campos a los uigures musulmanes en Xinjiang y da señales de que se prepara para invadir Taiwán.

A nivel local, lo mismo sucede con ERC (Najat Driouech) y Podemos (Nora Baños): estamos a favor de empoderar a las mujeres pero votamos alegremente a estos dos partidos que tienen en sus filas a mujeres islamistas con hiyab. No asumimos nuestras contradicciones porque simplemente la ideología nos ciega. Nuestros prejuicios no nos las dejan ver. La desgracia colectiva es que todos pensamos que los prejuicios ideológicos los tienen los otros. Simplemente, nos negamos a ver los nuestros. En consecuencia los líderes políticos, que previamente nos han corrompido con prejuicios, cuando toman decisiones o dejan de tomarlas lo hacen pensando en qué opinará la mayoría de la población para no contradecirla, de modo que no peligre la adhesión tribal, y el voto.