188. Recordar es sufrir
“Creo que ya nunca voy a desear nada que no conozca”, le dice el joven, asombrado y feliz, a la chica mientras mantiene su miembro inmóvil dentro de ella. Lo escribió Kjell Askildsen en el primer relato que escribió, en 1953, Desde ahora te acompañaré a casa. Así yo una tarde dentro de T. Todo el día he estado intentando reconstruir ese momento y describirlo. No me ha salido porque la emoción ha podido conmigo. He gastado el tiempo repasando los correos que gmail guarda de aquellos días, lleno de añoranza y deseo, pero no me han trasmitido lo que mi memoria intentaba rehacer. Recordar es sufrir por la felicidad perdida.
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