13. El imperio de lo banal
Si pierdes el móvil, si permaneces unos cuantos días incomunicado (¿Cómo vivíamos antes?) un mundo comienza a desaparecer y otro comienza a emerger. Esperabas una llamada o un mensaje de una mujer que hace tiempo no veías pero, de pronto, reaparece como posibilidad. Es posible que te haya llamado o que te haya enviado alguna nota; no tienes modo de saberlo. Esa posibilidad se desvanece.
Por otro lado, el mundo de la apariencia, la banalidad de las cosas que habita la actualidad, su imperio, deja de tener efecto. Puede que como en la meditación oriental del silencio que se hace en tu mente emerja una energía nueva que haga que en ti se inicie una vida nueva.
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