32. Carmen
He
conocido muchas Carmen. Puedo considerar a tres como amigas. Una se
fue pronto, inesperadamente. La he echado a menudo de menos. Con otra
quedo de vez en cuando y cenamos o comemos, acompañados de María. A
la tercera me la acabo de encontrar a la puerta del Mercadona, cuando bajaba de Beethoven. Hacía
tiempo que no la veía. Conecto con ella, fluye la conversación, de
sonrisa fácil, aunque con un poso de tristeza.
En los dos últimos años la vida la ha atropellado. Primero su
madre y al poco su padre, un hombre enérgico, de carácter, que no
pudo soportar quedarse solo. Vivían desde hacía tiempo sin sus tres
hijos, cada
uno en
ciudades diferentes. Su decadencia incluyó delirios. Carmen, entre
uno y otro, tuvo que pasar por el hospital, se recuperó. Sé que le
vendría bien conversar, como a mí me vendría bien. Qué hace que
los lazos se estrechen en ocasiones y en otras no.
Comentarios
Publicar un comentario