47. Estorninos
Nos
ponemos frente a la ventana del sur, con mucha más luz. Te siento
sobre el brazo de una silla, dices que no, cuando te pregunto si
quieres andar. Los estorninos se van juntando para firmar su nube,
los veo llegar y evolucionar, supongo que hay una matemática de la
nube de estorninos, veo sus formas globulares, oblongas, sus cambios
de ritmo súbitos, la incorporación de los rezagados. Los sigo
embobado hasta que se precipitan detrás del palomar que tenemos
enfrente donde un apretado grupo de árboles frondosos les dará
cobijo para pasar la noche. La luz cae de golpe, se hace el silencio,
antes de que la noche borre los contornos de las cosas.
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