85. Vuelves
También
hoy estás en una silla junto a la ventana. Pero hoy te veo menos
espabilada que ayer. Inclinada hacia un lado, adormilada, ojos
cerrados, no contestas. La cabeza en el aire por más que me esfuerzo
en que la apoyes en el respaldo. Los brazos cruzados, llenos de
marcas, huellas de las punciones para buscarte la vena. Subes el
brazo, extiendes la mano derecha como si quisieses coger algo. Qué
sucederá en tu mente. Haces gestos mudos con la boca, los labios.
El
hospital es un remanso, al menos a esta hora del mediodía en que
vengo. Alguna trabajadora en los pasillos, una
conversación baja en una habitación. No quiero saber lo que ahora
ocurre en el HUBU distante,
el estrés, la desolación
Dices,
hablando contigo: Ahora
me acuerdo de esa pobre mujer, con ocho pesetas
para gastar.
Y
luego: Esa
señorita, con ese gran esfuerzo.
Ese hablar sola era algo que había desaparecido de ti durante
semanas y ahora vuelve.
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