105
Cada
día que pase y la primavera se asiente el contraste entre el
luminoso florecer del exterior y la aprensión interior va a ser más
difícil de conllevar. Yo mismo. Me tengo por fuerte y adaptable. La
adaptación a lo que sea como mi mejor virtud. Hoy estoy estresado.
Dice la doctora que te va a dar el alta. Se nota que vas flaqueando
pero lo haces tan poco a poco que considera que aquí no pueden hacer
más por ti. Pero no puedo devolverte a la residencia tal como están
las cosas y no sé si viniendo del mundo exterior contaminado te
admitiesen. Y yo me veo incapaz de atenderte en la situación en que
estás y lo que tengo en casa.
Y
justo hoy, has vuelto a los primeros días, no has querido comer
nada. Nada de nada. Apretabas las mandíbulas como jaula de hierro
y si conseguía forzarlas un poco mordías la cuchara con una fuerza
desconocida. Y luego has dicho, Me
encuentro mal. Me voy a morir.
Nada en el exterior indicaba una debilidad que lo presagiase.
Comentarios
Publicar un comentario