191. 'Cultura de la cancelación'

Es una dictadura el poder es del uno, el totalitario es un sistema colegiado. El uno se arroga el poder de censurar encarcelar y ejecutar, en el sistema totalitario es un grupo social amplio el que se arroga esos poderes dejando al líder el poder de aterrorizar a la mayoría de la población y de empoderar al grupo de afines. Los empoderados ejercen de policía del pensamiento, vigilan señalan censuran marcan controlan, su rígido sistema de conducta hace que el resto de la población viva amedrentada y se autocensure. No es que ahora vivamos en un sistema político totalitario pero si en una guerra cultural en la que los censores van ganando. Hasta donde pueda llegar esa dictadura cultural dependerá de la oposición que se les haga. En España poca.

En los sistemas totalitarios las reglas de conducta para todos tiene la excepción de los líderes, como se ve en la política española con el macho alfa. Sus seguidores le admiran en aquello que afean a los demás, el machismo, los insultos y el desprecio hacia sus oponentes, a lo que añade la intimidación. Una masa de seguidores lo apoya a rabiar. Sólo unos pocos con poder mediático informan (como Valles, a pesar de la intimidación de que es objeto), el resto se autocensura.

"El libre intercambio de información e ideas, que son el sustento vital de una sociedad liberal, está cada día volviéndose más estrecho. Aunque esperábamos esto de la derecha radical, lo censurador se está extendiendo más ampliamente en nuestra cultura: la intolerancia hacia las perspectivas opuestas, la moda de la humillación pública y el ostracismo, y la tendencia a disolver asuntos complejos de política en una certitud moral cegadora". (Harper's).