210. Sócrates y el lobo
Textos comparados. Sócrates descrito en El banquete de Jenofonte y el lobo del cuento de Caperucita roja:
I
"Mis ojos son mejores que los tuyos -le dice Sócrates- porque son saltones y eso significa que puedo ver por los lados, y no solo de frente. También es mejor mi nariz: tiene forma de trompeta y así capto mejor los aromas; y como es chata no me obstruye la visión cuando me pongo bizco". Cristóbulo admite que la boca de Sócrates es mejor porque, como es tan grande, puede comer más; también sus labios son mejores, porque los labios gruesos besan mejor. Al final Sócrates recurre, para probar su superior atractivo, a una comparación con los silenos, criaturas semejantes a los sátiros que en el arte griego aparecen representados con rasgos similares a los tuyos y que son hijos de las ninfas divinas de los ríos. (Tomado de Sócrates enamorado, de Armand D’Angour, pag. 147)
II
“La niña se acercó a la cama y vio que su abuela estaba muy cambiada.
- Abuelita, abuelita, ¡qué ojos más grandes tienes!
- Son para verte mejor- dijo el lobo tratando de imitar la voz de la abuela.
- Abuelita, abuelita, ¡qué orejas más grandes tienes!
- Son para oírte mejor- siguió diciendo el lobo.
- Abuelita, abuelita, ¡qué dientes más grandes tienes!”
- Son para...¡comerte mejoooor!- y diciendo esto, el lobo malvado se abalanzó sobre la niñita y la devoró, lo mismo que había hecho con la abuelita”.
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