115. Peña Ubiña y Parque Natural Babia Luna

 

Jueves hacia León: Sosas de Laciana, junto al Parque Natural de Babia Luna. Viajo con R y M, cuando esta ha acabado su trabajo, al atardecer. La casa rural es cómoda, con cuatro pisos. En el más bajo, casi sótano, vive la dueña, Marisol. Parece amable. Poco después llegan M y N, dos habladores incontenibles. Me toca dormir con N, un roncador. Dos incidentes reseñables. M ha perdido la tarjeta de crédito. Es habitual que le ocurran cosas, una al menos cada día. Tras la cena han vuelto a salir con el coche, pasadas las doce, por si se habían olvidado la tarjeta en el bar donde habían tomado una cerveza, en Villablino. Pero no, deducen que ha sido en el último peaje. De vuelta les ha parado la guardia civil. Iban sin mascarilla y saltándose la alarma. Se han explicado. La guardia civil también se ha explicado: buscaban a unos jóvenes que se habían saltado el alto con las luces del coche apagadas.


Viernes. Ascendemos Peña Ubiña, tras esperar la llegada de T y M que venían de Burgos. Aún así hemos sido nosotros quienes hemos llegado tarde. La subida exigente, 1.200 de desnivel, con zona de barro y piedras resbaladizas, con una pala de nieve pindia. La niebla nos ha acompañado durante toda la subida. Ha amainado un poco al final de la tarde, cuando volvíamos. Un poco de llovizna nivosa en la cumbre. Cena comunitaria en la casa rural, tras unas tapas de cecina rica en San Emiliano.


Sábado. Subida al Valle del Sil, hasta sus fuentes. La niebla más densa que el día anterior. La suerte, en ambos días, es que la lluvia apenas nos ha tocado. Cuando en la tarde la atmósfera se ha despejado un poco hemos entrevisto el paisaje. Hemos encargado una empanada de cecina y queso de cabra en Riolago, un bonito pueblo con un pazo convertido en la casa del parque. En una terraza de Vilaseca nos esperaban N, P, T. Cervezas. Al volver a la casa rural nos esperaba otra sorpresa. La dueña nos ha comentado que unas viejas vieron, tras los visillos, la escena de la guardia civil dando el alto a N y M. Por lo visto, estos, sorprendidos, la emprendieron a voces y patadas contra el coche patrulla. Debieron confundirlos con los jóvenes huidos con las luces apagadas. Marisol se lo creyó o eso nos hizo creer. Estaba molesta porque la noche del jueves no estaba incluida en el contrato de alquiler: había dado el visto bueno para dos y nos presentamos cinco.


Domingo. Visitamos la cascada de Lumajo. Bonita, casi espectacular en plena temporada de deshielo. Recogimos las empanadas y después fotos del fotogénico pantano de Luna. Ruta por el desfiladero de los Calderones. El desfiladero rocoso, su continuación hasta Santas Martas con un fuerte repecho. La lluvia nos cogió cuando terminábamos. Y vuelta a Burgos.

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