99. Obedientes
Qué recompensa obtienen estos chicos sino la de ser obedientes
Desfigurados tapada la boca escondidos bajo una capucha
Adquieren identidad dejando de ser ellos mismos
Como renuncian a hablar alargan el brazo para arrojar una piedra
Que los otros como ellos sean mudos indiferenciados a la fuerza
Hay un hombre en Madrid que les anima Sed violentos
Puedo comprender ese deseo de ser algo en lugar de nada
Un alguien obediente
Escapa a mí entendimiento el oficio de matón
Qué espera obtener el hombre que habla con violencia
Quizá un psiquiatra podría explicármelo
De todos los peores son sus sacerdotes
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