137. Ana de A. II
Hay amores que duran un instante
La maquinaria de la mente está dispuesta con antelación
Sabe que va a suceder y sucede
Entre la multitud medio a escondidas
Una mueca que parece nueva una curva el declinar armónico de una voz
Seguimos el rastro que el viento plante en nosotros la simiente
Nos llena entonces el vocerío de los pájaros
Todo es color en los aromas de la naciente primavera
Amas entonces hasta perderte
Una mujer que no habías visto que ves por primera vez
Interpretas haces tuyos signos señales
El instante es una eternidad sin sueño
Y tú el recipiente para contenerlo
Solo un instante dura el amor no más
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