163. Parricidas
En primer lugar la barbarie que nos asalta, siempre desprevenidos e impotentes
En segundo lugar, que no sabemos cómo abordarlo. No lo comprendemos todavía y aún no tenemos medios para evitarlo. Necesitamos tiempo, ciencia y biotecnología
En tercer lugar está la fabricación de la histeria colectiva: un arma que el poder, y sus intimidadores (los cancerberos del orden), ha utilizado en toda ocasión para controlar a la población
El enfadado rabioso se canaliza en una dirección: el machismo (si alguien está enfadado y rabioso tiene que ser contra alguien), aunque los datos no certifiquen, en el caso de la violencia contra los hijos, esa idea, que se convierte en posición política al servicio del poder.
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