Paseo de Gracia abajo

 

Barcelona. Camino de bajada por el paseo de Gracia. Más tarde haré la subida. En la parte derecha están los expositores de la feria del libro de septiembre. Había olvidado que existía. Cuántos libros pude comprar en ella. Subiendo y bajando rápido como una centella, mirando cada una de las librerías, que no se me escapase ninguna oportunidad. Ahora lo veo sin interés, una anacronía, una inserción del pasado en un tiempo que no es el suyo. Apenas hay uno, dos, tres mirones interesados en los viejos libros.

He quedado con Manolo en el Comedia, donde solemos quedar a menudo. Me riñe como siempre por llegar tarde. No sé cómo lo soporto. Vamos a una terraza interior junto al Palau de la música. Es un patio amplio que se irá llenando con el paso de las horas. A la gente no le importa hacer cola de espera. Hablamos de mujeres, siempre hablamos de mujeres, ¿hay algún otro tema más interesante? Ahora lo tenemos claro, hay mujeres para la cama y mujeres para el sofá. Ahora solo nos quedan las segundas pero es difícil hallarlas. Melancolía. En estas conversaciones siempre aparece Teresa. La infelicidad.