Nunca me habían bloqueado, bueno, sí, una vez en Whatsapp, una antigua novia. Ahora ha sido en Twitter. Uno que escribe desde hace poco en The Objective. Más o menos las cosas han ido así.
Le he puesto un tuit donde le decía que su artículo de The Objective sobre la última de Almodóvar era una redención y que a quién redimía, a Almodóvar, a su revista o a sí mismo en twitter. Me ha contestado “Amigo, no hay redención, solo condena”. Le he replicado:
“Entonces, abajo la condescendencia. La próxima vez, un 'Olmos', por este artículo de Alberto Olmos.
Se ha puesto insultante: “No me toques las pelotas”.
Lo he retuiteado anteponiendo: “Maneras de responder”
Y luego ha tuiteado “De donde salen estos papafritas”.
Y más tarde “Imbécil”.
Entonces le he replicado: “Relájate”, con esta foto.
“Qué tarde, para hacer una tertulia junto al mar, a esta hora, con el rugido de las olas de fondo y el sol hundiéndose entre las nubes y las estribaciones del Garraf”.
Y: “También le iba a decir, que yo nunca sería un Julio Camba, pero no he tenido la oportunidad”.
Ha sido divertido.
Comentarios
Publicar un comentario